¿Qué es una convulsión febril? Es una convulsión causada por fiebre en un niño de entre 6 meses y 5 años. Si su hijo tiene una de estas convulsiones, puede poner los ojos en blanco, babear o vomitar. Su cuerpo puede contraerse o sacudirse y sus extremidades pueden ponerse rígidas. Su piel puede parecer un poco más oscura de lo habitual y puede perder el conocimiento.
Adivina AdivinanzaEl hieloDe mi madre nací yo,sin fundamento de padre;y luego me he muerto yoy de mi nació mi madre.Adivina, adivinanza... Las adivinanzas para niños son una estupenda manera para estimular la inteligencia, la lógica y la creatividad de los más pequeños. Además, este juego infantil brinda una maravillosa oportunidad de pasar tiempo en familia.
¿Cuándo debo decirle a mi hijo que estoy embarazada? La mayoría de los expertos recomiendan esperar hasta que su embarazo esté bien establecido, es decir, en algún momento después del primer trimestre, cuando el riesgo de aborto espontáneo disminuye. Si le van a realizar pruebas o exámenes prenatales, es posible que desee esperar hasta obtener los resultados de esas pruebas.
Si bien es posible que no se espere que su hijo de primer o segundo grado produzca proyectos elaborados para la escuela, aún querrá abastecerse de suministros básicos (un rincón del armario o un cajón de suministros son buenos lugares para guardar los artículos). Las asignaciones de tarea de primer y segundo grado a menudo implican colorear, cortar y pegar.
Adivina AdivinanzaLas tejasLos tejados protejoy buenas canales dejo.Adivina, adivinanza... Las adivinanzas para niños son una estupenda manera para estimular la inteligencia, la lógica y la creatividad de los más pequeños. Además, este juego infantil brinda una maravillosa oportunidad de pasar tiempo en familia.
¿Cómo puedo saber si mi hijo necesita frenillos? Es muy probable que el dentista de su familia sea el primero en señalar cualquier problema, como una sobremordida severa, dientes apiñados o torcidos, o una mordida cruzada, que requiera una consulta con un ortodoncista. . Tiene sentido comenzar a pensar en esto temprano, ya que la mayoría de los niños que necesitan frenillos los reciben a los ocho o nueve años, cuando aún no tienen todos sus dientes permanentes y la mandíbula aún está creciendo.